Cuando hace algo más de una semana OpenAI presentó ChatGPT 4o y su nuevo generador de imágenes ultrarrealista, nadie esperaba lo que vino después: un frenesí por tener una imagen que pareciera salida de una película de animación hecha por el estudio Ghibli, o que fuera parte de alguna de las últimas tres décadas de Los Simpson o, en los últimos días, un muñequito articulado con nuestro rostro.